Madrecita, hoy siendo un hombre completo,
Te digo: gracias, porque aceptaste el reto,
De llevarme en tu vientre por nueve meses,
Aunque tal vez te cansaste muchas veces.
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Gracias porque desde el día que yo nací,
En tu corazón mi nombre escribí,
Y cada vez que me viste tropezar,
Con tu mano me llegaste a levantar.
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Estoy seguro que siendo un bebe,
Muchas veces tu paciencia agoté,
Pero a pesar de todo me seguías amando,
Aunque por la noche yo estuviera gritando.
No digamos siendo adolescente,
Muchos retos, traje a tu mente,
Aun si, siempre fuiste paciente,
Mamita tu sí que eres excelente.
*
Durante mi juventud, me seguiste cuidando,
Pero sobre todo, el camino de Dios enseñando,
Y todas las noches, por mi estabas orando,
Pidiendo a Dios, que El me estuviera guardando.
*
Pienso que todas las madrecitas son excelentes,
Porque para entendernos son eficientes,
Ellas luchan, aunque naden contra la corriente,
Cada una de ellas es: como una planta floreciente.
Autor: José Luis Zepeda